La seguridad de la reina se vio en riesgo la semana pasada. De acuerdo con diferentes reportes, un intruso se hizo pasar por un sacerdote y logró entrar al Castillo de Windsor y hasta pasó la noche ahí. El implicado se vistió de sacerdote y logró esquivar al equipo de seguridad de la reina y se abrió camino hasta el cuartel donde se encuentran los soldados que cuidan a la monarca.
El hombre se hizo pasar por un amigo del capellán militar de la Guardia de Coldstream y se le permitió entrar sin mostrar identificación. Ahí pasó la noche comiendo, bebiendo con oficiales superiores y hasta contó historias de su servicio en Irak.