En 2020, Linda Evangelista confesó que en 2015 se sometió a un tratamiento estético que la dejó “brutalmente desfigurada” . Comentó que por esta razón se había mantenido lejos de los titulares y el ojo público ya que le daba vergüenza mostrar su nuevo cuerpo y rostro.
Hoy, años más tarde, la actriz habla abiertamente en una entrevista a People sobre su proceso de aceptación, las consecuencias del tratamiento al que se sometió y la demanda que presentó contra la compañía detrás de éste.
Para la modelo ha sido una completa pesadilla. Contó que el procedimiento no solo cambió su físico sino que también le ocasionó una tristeza y depresión profunda, auto desprecio y además, destruyó su modo de vida.
Tras haberse escondido durante cinco años, Linda está lista para salir a las calles y contar su historia. "Ya no puedo vivir así, escondido y avergonzado. Simplemente no podría vivir más con este dolor. Estoy dispuesto a hablar finalmente. No me miro en el espejo. No se parece a mí", le dijo al mismo medio.
Se llama CoolSculpting y está aprobado por la FDA. Desde hace años es promovido como un tratamiento no invasivo que congela la grasa.
Tras meses de haberse sometido al procedimiento, el icono de los 90 comenzó a notar protuberancias justo en las zonas donde congeló su grasa. Al ver que esas áreas comenzaban a crecer, decidió hacer dietas drásticas y se ejercitó sin descanso.
Al no ver cambios, fue al doctor, quien le diagnosticó hiperplasia adiposa paradójica (HAP), una enfermedad que afecta a menos del 1% que se somete a dicho tratamiento. Dicho en otras palabras, es cuando el proceso de congelación hace que el tejido adiposo afectado se espese y se expanda.
La actriz demandó a Zeltiq Aesthetics Inc., la empresa matriz detrás de CoolSculpting por $50 millones de dólares en daños. El documento alega que desde que se sometió al tratamiento no ha podido trabajar.
