Al dejar atrás a la familia real y mudarse a vivir Los Ángeles, el príncipe Harry y su familia perdieron algunos privilegios que solo los royals gozan, entre ellos tener un equipo de seguridad privada durante sus visitas al Reino Unido; por lo que ahora, está tomando acciones legales en contra del gobierno británico para poder viajar sin riegos.
Un representante de los duques de Sussex le dijo a Harpers Bazaar que Harry está pensando en llevar a su hijo Archie y a Lilibet, su pequeña de apenas 6 meses de visita al Reino Unido y explicó que no han podido hacerlo porque no quieren ponerse en riesgo ya que reciben constantemente amenazas.