Sobre el pie de foto de la publicación Megan escribió un romántico (y oscuro) mensaje . “En julio de 2020 nos sentamos bajo este árbol baniano. Pedimos magia... No nos dimos cuenta del dolor que enfrentaríamos juntos en un período de tiempo tan corto y frenético. Sin darnos cuenta del trabajo y los sacrificios que la relación requeriría de nosotros, pero embriagados por el amor. Y el karma. De alguna manera, un año y medio después, tras haber caminado juntos por el infierno y habernos reído más de lo que jamás hubiera imaginado posible, me pidió que me casara con él. Y como en todas las vidas antes de esta, y como en cada vida que seguirá, dije que sí".
Al final, Megan escribió a modo de broma “... y luego bebimos la sangre del otro”.