La reina Isabel II no está en su mejor condición de salud y envía un contundente -y religioso- mensaje al respecto. La monarca no pudo asistir a su visita quinquenal al Sínodo General de la asamblea nacional de la Iglesia de Inglaterra pues se encuentra en recuperación de un esguince en la espalda.
En su lugar asistió el príncipe Eduardo, quien durante el evento se encargó de leer una nota de parte de la reina. La monarca comenzó recordando que hace más de 50 años el príncipe Felipe y ella asistieron por primera vez a la reunión del Sínodo General.