En una entrevista reciente en el podcast de Kristen Bell y Monica Padmans titulado “We Are Supported by”, Kim Kardashian se sinceró sobre las duras críticas que hicieron sobre su cuerpo cuando estaba embarazada de North West. En específico, comentó que las comparaciones con el cuerpo de Kate Middleton, quien también estaba embarazada en ese momento “casi matan su autoestima”.
“No era una buena persona embarazada, no era una linda persona embarazada. No me gustaba, lo odiaba, odiaba cómo me sentía, odiaba cómo me veía. Los medios realmente me brutalizaron por ganar mucho peso , y había portadas de revistas conmigo y con Shamu qué preguntaban en el títular quién se veía mejor. Fue muy, muy loco", contó.
Más adelante en el programa, profundizó sobre las comparaciones con la duquesa de Cambridge, quien en ese momento estaba esperando a su primer hijo, el príncipe George. Explicó que las críticas la hicieron sentarse llorar en su casa todo el tiempo. Mientras que Kim aumentó exageradamente de peso con su primer embarazo, Kate Middleton subió lo mínimo.
Kim dijo que a pesar de que los comentarios negativos fueron momentáneos sí la afectaron y ocasionaron que sintiera vergüenza al salir a la calle por lo que al final de su embarazo intentó mantenerse fuera del ojo público en ese momento.
La empresaria comentó que sentía pena de ir al gimnasio por lo que prefería hacer ejercicio en el garage de su mamá, Kris Jenner. “Realmente me cambió. Realmente me hizo retroceder en lo que comparto y en lo que quería dar, porque vi lo desagradables que eran todos”, finalizó.