Explicando que Britney estaba "muy enojada" por la situación, el investigador continuó diciendo que la cantante afirmó que le realizaban pruebas de detección de drogas varias veces a la semana, que su padre debía aprobar a todos sus amigos y que su tarjeta de crédito estaba en manos de los integrantes de su staff, que tuvo que aprobar todas las compras realizadas con su paga de $ 2,000 a la semana. Además, también recordó un incidente en el que Jamie no le permitió restaurar sus propios gabinetes de cocina, ya que costaría demasiado dinero.
Los documentos publicados por el New York Times están revelando muchos detalles de la forma en que Jamie Spears ha mantenido a Britney bajo su tutela durante 13 años. A pesar de que ella tiene una fortuna valuada en 50 millones de dólares, él controla cada gasto realizado y no le permitía ni siquiera hacer reparaciones en su propia casa. No ha sido una vida de lujos, ni excesos para ella. También demostró que la cantante explícitamente dijo que tenía miedo de su padre.