Arthur Edwards es un fotógrafo que ha cubierto a la realeza por más 40 de años y habló con Page Six sobre el increíble spot en el que pudo capturar los rostros de dolor y tristeza de todos los miembros de la realeza que asistieron al funeral. El lugar en el que se escondió, ubicado exactamente en una columna cóncava a la entrada de la capilla le permitió capturar "el dolor de la familia de cerca".

Su escondite le permitió fotografiar a todos los asistentes a tan solo dos metros de distancia. “Desde el punto de vista más inusual de mis 44 años fotografiando a la realeza, estaba lo suficientemente cerca como para ver al príncipe Carlos, el hombre al que conozco desde hace más de la mitad de su vida, lucir roto”, explicó.