
Esta declaración puso en tela de juicio la veracidad de la entrevista y fue motivo de inquietud para la iglesia, por lo que el sacerdote Mark Edwards, declaró que consultó con la oficina del arzobispo y le dijeron que la afirmación de que se casaron en el jardín trasero de su casa puede haber sido el resultado de un malentendido que atribuyeron a que "Meghan es estadounidense”.
