Luego, la estrella de Como si fuera la primera vez contó que en Van Eyes Psychiatric, la institución a la que fue ingresada, si no hacías lo que te pedían o si perdías el tiempo “te lanzaban a una habitación acolhonada o te ponían en una camilla y te amarraban”. A pesar de que fue una medida extrema para controlarla, Barrymore aceptó que era lo que necesitaba y que aunque al inicio no entendía por qué su mama la había ingresado, después se lo agradeció.
"Me pregunté por qué está sucediendo esto. Y pensé, tal vez necesites la forma más loca de estructura porque todo era tan accesible y jod*do en tu mundo que tal vez se necesite algo como esto para que puedas poner en marcha el resto de tu vida", explicó. "Y eso no sucedió hasta después de seis u ocho meses. Los primeros seis a ocho meses estaba tan enojada. No podía ver bien".