Entre grandes capas, abrigos de piel, vestidos largos, estampados y por supuesto, la boquilla roja para el cigarro que caracteriza a la villana, Close reveló que se quedó con absolutamente todo. "Obtuve en mi contrato que tengo que conservar todos mis disfraces que usé en la película”, explicó a Peter Davidson en una entrevista para Variety .
Imagínate este vestuario descansando en tu clóset:

"¡Nombra un personaje de película mejor vestido que Cruella! No te preocupes... ¡esperaré!".