No es secreto que Hollywood es famoso por cultivar y promover personalidades muy difíciles. La figura del artista ha sido tolerada por demasiadas décadas, pero hay una nueva generación que no lo permitirá y Olivia Wilde es parte de ello. La directora tiene una política de "no imbéciles" en el set.
En septiembre, Wilde despidió a Shia LaBeouf de su película Don’t Worry Darling y lo reemplazó con Harry Styles. La razón del despido fue “comportamiento pobre” en el set. Más tarde, otras acciones de Shia le dieron la razón a Olivia. Tres meses después, FKA Twigs, su ex, lo demando por violencia doméstica y abuso.