La manera en que Fake Famous explora el otro lado de los influencers es con un experimento social siguiendo a tres personas de Los Ángeles con relativamente pocos seguidores para hacerlos famosos.
La película hace distintas maniobras para convertirlos en bloggers conocidos, comprando seguidores falsos y bots para "interactuar" con sus cuentas de redes sociales. Por ejemplo, uno de los trucos incluyen comprar seguidores —7,500 por el fantástico precio de 119 dólares—, rentar una mansión para hacer sesiones de fotos glamorosas y cambios de estilo para lucir como los cool kids.
Otra maniobra bien conocida de los influencers, pero muy exitosa, son las fotos en jets privados y esto también tiene un truco. El documental de HBO muestra que literalmente hay una habitación preparada para simular el interior de un jet de lujo. Se alquila por 50 dólares la hora y casi siempre, está completamente reservada.