Katy Perry se robó la atención del especial al interpretar su éxito del 2010, “Firework” con juegos pirotécnicos de fondo que alumbraron, en todos los sentidos a Washington y al resto de América del Norte. La interpretación de Perry en el memorial Lincoln dejó a los espectadores con lágrimas en los ojos pues no solo entretuvo con su show sino que más importante, le devolvió la esperanza a Estados Unidos.
Para la ocasión, Katy usó un look de varias capas firmado por Thom Browne que estaba compuesto por un abrigo de cashmere blanco, un corset de satín y una falsa extra larga. Complementó su look con zapatos de Jimmy Choo y aretes de diamantes en forma de corazón de Rahaminov Diamonds.