Y aunque la mayoría de las personas hubieran reaccionado con mucho miedo, Rebel aseguró que “me sentí muy bien en la crisis. Era como una líder de equipo”. Durante la noche le pidió a todas las mujeres que estaban secuestradas igual que ella que se tomaran de los brazos porque tenía mucho miedo de que en algún momento se llevaran a alguien.
Afortunadamente su secuestro no terminó en algo trágico. No lastimaron a nadie, y al día siguiente liberaron a todas. "Vinieron y dijeron: 'Tu camión está listo ahora. Puedes irte, vete, vete’”, contó. "Regresamos a ese camión, salimos de ahí y cruzamos la frontera sudafricana unas horas más tarde".