Kidman aseguró que hubo momentos durante el rodaje en los que se sintió muy inquieta, y sintió cierta presión sobre su persona ya que por momentos no sabía quién era. La actriz también explico que además de que se sintió enferma, pasó por una depresión.
"Estuve deprimida durante una semana, porque tu sistema inmunológico no sabe la diferencia entre actuar y la verdad, cuando lo haces".

Añadió que después de grabar escenas intensas llegaba a su casa y no dormía bien. “Era perturbador para mí”, señaló, refiriéndose a que sentía que no era ella misma sino más bien su personaje.