A inicios de este año, fotos de Meghan Markle y Archie caminando junto a sus dos perritos por el Parque Regional Horth Hill en Vancouver invadieron algunos medios de comunicación. En seguida, los duques de Sussex levantaron una demanda en contra de las agencias de paparazzi detrás de las fotografías y hoy, casi un año más tarde, el caso se revolvió en favor de la ex royal.
Los abogados de Meghan alegaron en el tribunal que "la toma de fotografías constituyó una invasión ilegal de la privacidad", y agregó que fueron tomadas "en una excursión familiar privada en un entorno rural remoto y no hubo interés público en las imágenes".