ELLE: ¿SER MUJER HA SIDO UN OBSTÁCULO EN TU CARRERA PROFESIONAL?
DL: Creo que en cualquier profesión siempre es más difícil si eres mujer. Nosotras hemos abierto paso en el mundo laboral poco a poco y a la fuerza. Me he enfrentado a micromachismos, machismos y misoginia, pero siempre pensé que esa gente era retrógrada y no les di el poder de afectarme. No dudo de mí y nunca me menosprecié por ser mujer. La clave es tener tu autoestima y seguridad clarísimas.
ELLE: ¿CÓMO ENCUENTRAS EL TRABAJO ENTRE MUJERES EN EL CINE?
DL: Así como "detrás de un gran hombre, hay una gran mujer", creo que "detrás de una gran mujer, hay otra gran mujer”. En el cine trabajo con muchas mujeres talentosas como Ale Márquez o Natalia Beristáin , que además son mis grandes amigas. Para nosotras es muy natural construir en horizontal y no en vertical. Construimos entre todas y así crecemos todas. Tenemos a gente a nuestro alrededor de quien aprendemos y a quien no solo mandamos. Tiene que ver con solidaridad, y no significa que los hombres no lo sean. He trabajado con hombres increíblemente solidarios y generosos, pero ellos no han tenido que construir estrategias colaborativas para destacar, ni para alcanzar puestos de poder.
Para nosotras es muy natural construir en horizontal y no en vertical. Construimos entre todas.
ELLE: ¿CÓMO DESCUBRISTE TU IDENTIDAD COMO CINEFOTÓGRAFA?
DL: El proceso para encontrar tu identidad nunca termina. Para eso hay que entender la vida como un proceso, no como una meta y ver la importancia del proceso mismo. He tenido varios momentos en mi vida en los que me he descubierto. A los veinticinco me di cuenta de que yo era responsable de mi propia felicidad y no la basaba en mis relaciones ni en mi profesión. Y después, la maternidad me hizo resetearme como ser humano; la vida como la conocía ya no fue la misma. Y así, con todo. En mi trabajo siempre es empezar de cero: un director diferente, una historia diferente, como si no supiera nada. Es una búsqueda constante de mi mirada, porque la experimentación, el autoconocimiento y la autorreflexión no paran nunca.