Todo parece indicar que Meghan y Harry decidieron establecerse definitivamente en California y no precisamente en Los Ángeles como nos imaginábamos. De acuerdo con los representantes de la pareja, compraron una casa en Santa Barbara y se mudaron en secreto hace seis semanas.
La noticia no nos sorprendió del todo porque desde hace meses salió a la luz que Meghan y Harry estaban rentando una mansión , pero que en realidad estaban buscando una casa cerca del mar que se adecuara a sus necesidades para comprarla.