Hay regalos que inundan la mirada y el corazón, sin duda esto fue un poco de lo que ocurrió en tres fachadas que fueron intervenidas con la poderosa presencia de las rosas de Lancôme, que bajo el lema “La vida es bella”, convirtieron estos lugares en la Ciudad de México en verdaderas obras de arte de tamaño monumental.
La vida es bella con las rosas de Lancôme en la ciudad
Una mañana, tres hermosos edificios de la Ciudad de México despertaron cubiertos de rosas y la magia de Lancôme, provocando una explosión de felicidad que contagió a los que visitaron estos sitios.
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El resultado, momentos de total deleite para quienes pudieron percibir que, incluso en los detalles más cotidianos, existe algo que nos sorprende de manera inesperada. Fue así como Anatole France 114 en Polanco, la Plaza de San Jacinto en San Ángel y Blanco Colima en la histórica colonia Roma, se fusionaron con las icónicas flores que han contado tantas historias en el mundo junto a Lancôme.
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El mundo definitivamente puede ser un mejor lugar si nos inspiramos en lo hermoso que existe a nuestro alrededor para crear sonrisas y eso es lo que busca Lancôme con esta iniciativa que además es una invitación abierta a que cada mujer encuentre su mejor versión, una que las vuelva poderosas desde su propia esencia.
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Cientos de personas fueron testigos de esta explosión de felicidad pura, también recibieron algunas muestras de fragancias y la delicadeza de una rosa. Conscientes del impacto ambiental, la marca donó todas las flores que se emplearon a una comunidad del Estado de México para ser usadas como composta.
Tú también abre los ojos a una vida en donde la felicidad se recrea ante lo bello, descúbrete a cada instante con Lancôme y la magia de su aroma que transforma tus días.
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