Para la quinta edición de Les Journées Particulières , una iniciativa de puertas abiertas creada en 2011 por Antoine Arnault, director de imagen y medio ambiente del conglomerado de lujo LVMH, la maison Guerlain nos abrió su corazón. En su histórica sede en el número 68 de la avenida de los Campos Elíseos en París, descubrimos los secretos de su artesanía de casi doscientos años.
Durante este fin de semana, Guerlain invitó al público en general a su boutique insignia, donde dejó al descubierto su savoir-faire de excepción, larga historia, innovación y pasión. La maison pionera, especializada en perfumería, cuidado de la piel y maquillaje, fue fundada en París en 1828, y desde entonces ha construido una rica historia basada en la audacia creativa y la transmisión de conocimiento.
El recorrido comienza con el arte de embotellar. Las hábiles “Dames de Table” vinieron desde el centro de fabricación fuera de París para mostrarnos los gestos tradicionales de su artesanía artística; desde el pintado a mano de abejas con hoja de oro, la decoración del cuello bobinado con hilo dorado y el sellado único con cera y celofán. Cada frasco Guerlain tiene el alma de una obra de arte.
En una íntima sala del primer piso, descubrimos el porqué Guerlain es pionero y líder en la industria. En 1853, la maison creó para la emperatriz Eugenia , esposa de Napoleón III, Eau de Cologne Impériale, una fragancia que sigue produciendo; en 1870 introdujo el primer lipstick “Ne m’oubliez pas”, e incluso en 1875 inventó y produjo originalmente la famosa crema Nivea.
Pero sin duda, la parte más fascinante y cautivadora de Guerlain es su gente. Con una increíble pasión, humor y experiencia, el maestro perfumista Thierry Wasser nos hizo oler ingredientes como vainilla y bergamota; la perfumista Delphine Jelk nos mostró la alquimia en el laboratorio para componer una perfume, y la directora de sostenibilidad Cécile Lochard nos habló del compromiso de la empresa con las abejas y el planeta . Guerlain siempre es un deleite.