Todos los ojos en Juan Daniel García

Cuando platiqué con Dani, acababan de anunciar los nominados a los Oscares y “Ya no estoy aquí” película de la cual es protagonista, había quedado fuera. “Estamos tristes y decepcionados, no quiero que suene medio mamón pero de alguna manera ya nos habíamos acostumbrados a recibir premios y elogios, no quedar seleccionados para los Oscares sí nos dió bajón”- y se entiende, ganando en el festival de cine de Morelia, el Festival Internacional de Cine en el Cairo, arrasado en los Arieles y recibido premios importantes como el Goya, la nominación al Oscar se veía muy cercana. “La próxima sí la ganamos”.

Soldador, músico, actor y bueno, todólogo, el Derek nos cuenta que lo más difícil de interpretar a Ulises fué que es muy cerrado y él es más relajado. Entender que la vida de su personaje no va como él quiere y la situación violenta que lo llevó a exiliarse en Estados Unidos fue muy fuerte para mí. Aunque compartimos muchas cosas, nos encerramos en nuestra mente, nos clavamos en lo que pensamos. Hay situaciones de tiempos difíciles, de extrañar a su tierra que me llegaron porque me pasaba igual. Estuve casi dos años fuera de mi casa, que no vi a mi familia, o sea desde que empezó la película tuve que esperarme un tiempo para que me dieran la visa, no estuve en mi casa, y todo eso me sirvió para darle vida al personaje. Cuando la película se filmó, tenía 17 años, nunca había salido de Monterrey, ni siquiera lo conocía tan bien, conocía el centro de Monterrey pero no había ido mucho, no conocía” la indepe” ahí donde fuimos a filmar, estuvo medio fuerte.

ELLE: Para alguien que nunca había actuado, fue impresionante ver la naturalidad con la que te desenvolvías en la película, ¿cómo le hiciste para no estar consciente de la cámara?

JDGT: Todo fue gracias a Bernardo Velasco, mi acting coach. Estuvo muy de cerca trabajando con todos nosotros. Nos ponía ejercicios y hacíamos ensayos para que nos sintiéramos cómodos siendo grabados. Todo el tiempo me tenía entrenando, estudiando el guión entre callbacks, todos los ensayos los grabábamos y siempre había una cámara entonces nos acostumbramos. “A ver les voy a poner una cámara en estos ensayos si quieren voltear a ver la cámara, volteen a verla hasta que se aburran porque cuando estemos filmando no la van a poder mirar” nos decía. Todo lo demás era de nosotros, somos nosotros, no era así de que nos teníamos que aprender unas pinches líneas gigantes para poder interpretar esa escena, o sea nosotros somos como somos.

ELLE: ¿La escena más difícil de filmar?

JDGT: Cuando Ulises se está poniendo con la mona. Y no manches, recuerda Derek, esa fue una de las escenas más difíciles que he hecho porque estando lejos, extrañando todo, saber que ya no tienes nada, ya todos te patearon, ya todos te echaron, ya no tienes para donde ir, nadie esta contigo y no hay nadie con quien hablar porque nadie te puede entender…

ELLE: Y eso que en Nueva York hay muchos mexicanos…

JDGT: Pero eso fue justo lo que pasó, lo mismos mexicanos con los que quería conversar lo mandaban a la chingada, que es una situación que no te esperas, y pues Ulises con este pensamiento con esta situación de meterse ya en drogas, fue bien difícil...yo siempre en el barrio escuchaba las historias de porqué se drogaban y todos sus rollos pero yo nunca me he metido nada de eso. Empezaba a sentir todos esos sentimientos, Bernardo me estuvo ayudando, y antes de hacer esa escena estuve llorando casi dos horas, no podía parar, fue meterme tanto en esa situación que me solté y ya no podía detenerme, ya se iba a parar el rodaje por mi llanto...pero no, decidí seguirle y sí pude, la escena se logró muy bien.

ELLE: Oye y cuál fue tu primera reacción cuando te viste con el look de cholombiano?

JDGT: Ah pues me estaba riendo, no me la podía creer porque nunca me había visto así, se me hacia raro pero chido a la vez. Tenía un ensayo y en la prueba de maquillaje me hicieron así las patillas y todo. Al terminar la prueba, me las iban a quitar y dije no no,no me las quiten, me quiero ir así, me puse ropa que me pongo normalmente, no tan tumbada ni tan holgada y se veía chido como andaba yo con patillas, copetito, mi pelillo parado, ahí yo bien caracterizado, me sentía único.

ELLE:¿Cómo te veía la gente?

JDGT: Chido. Fíjate que uno de mis ensayos con mi maestro Bernardo, se trató de llevarme con la vestimenta, las patillas, una bocina para poner música e irme a bailar al centro de Monterrey. Nadie me conocía, nadie sabía que esto era un película, nadie sabía nada. Estos vatos estaban así con las cámaras grabando y yo así en medio del barrio Antigua acá en Monterrey, había muchas personas caminando y yo desde que iba caminando toda la gente se me quedaba viendo y me gritaban: ¡Que, regálame una foto!, y me puse a bailar y se reunió un chingo de gente, y todos querían tomarse fotos conmigo. Después llegó la policía y les dije: Estoy acá estoy sacando la moneda y se acercaron los compas con sus cámaras y les explicaron que estábamos en un ensayo, que íbamos a filmar una peli y ya se fue el vato, buena onda el poli.

ELLE: ¿Estabas familiarizado con los cholombianos?

JDGT: Sí. Bueno, en la colonia donde yo crecí había. Yo todavía llegué a verlos cuando no se vestían así y de repente se empezó a crear esa cultura, no sé contracultura, ¿tribu urbana?, no sé como surgió, ni quién la inventó, ya me habían contado pero se me olvidó, pero uno de mis hermanos, el mayor, sí trajo patillas, traía su pelazo ahí, y otros compas en la colonia traían el pelo así, mi hermano el de en medio se juntaba con ellos y todo pero nunca se peinó así pero si se vestía así, y sí, siempre estuve familiarizado con ellos. Nunca iba a los eventos estos a aprender a bailar así como ellos o a echar desmadre, yo iba a los eventos porque siempre había músicos tocando en vivo y yo siendo músico desde bien chiquititillo, pues me gustaba andabar ahí, pero más que nada por la música que por lo demás. Mi papá también siempre escuchaba música de esta “rebajada”, siempre he estado en ese ambiente.

ELLE: ¿Qué tipo de música tocas, te gustaría hacer una carrera de ello?

JDGT: Cumbia, géneros tropicales, cumbia, cumbia colombiana, merengue, vallenato… soy percusionista, timbales, congas, bongos, el güiro, es lo más divertido. También tocó el acordeón y la trompeta, pero poquito. Ahorita sigo haciendo música, estoy armando rolas con unos camaradas. No tenemos banda ni nada pero ahí andamos, le voy a meter percusiones a una rola de jazz, la música es mi hobbie favorito.

A Derek no le interesa la fama, tal vez porque como él dice, nunca había anhelado actuar, mucho menos ganar un premio por ello. No pensó que fuera a pasar mucho con la película, pero el cine lo encontró por casualidad y ahora es lo que quiere hacer. Actuar, dirigir, ser sonidista y ver muchísimas películas que sus nuevos amigos del cine le han platicado. Su amor por el séptimo arte es tanto, que se vino a trabajar a CDMX con Bernardo Velasco y le ha ayudado a actores ya establecidos a preparar sus castings. La actuación se le dió como un don.

ELLE: ¿Qué sigue después de “Ya no estoy aquí”?

JDGT: Quiero estudiar. No sé si Cine o Comunicación, definitivamente quiero seguir actuando. Tengo dos películas, las dos salen creo este año y el otro año grabo dos o tres.

¿Me puedes platicar un poco de estos proyectos o es secreto?...Y era secreto pero sí me platicó un poco, sólo puedo decir que dos, son proyectos dirigidos y protagonizados por grandes mujeres que suenan increíbles. Pero le prometí que no iba a revelar nada porque si no me iba a mandar a los Terkos.

Por último, Derek me cuenta que quiere interpretar la vida de un boxeador, le encanta el box, lo practica y él solito se entrena. Parece que para él no hay límites, si le dicen que no lo puede hacer, más lo intenta. Gracias Juanito, tu entusiasmo y modo de ver la vida con ELLE México. Nos inyecta una dosis de emoción y buena onda en estos tiempos difíciles y nos enseña que no importa que edad tengamos, si trabajamos y aprovechamos todo lo que nos llega, nuestros sueños nos alcanzan.

No podemos esperar a verlo actuar de nuevo.